sábado, 12 de enero de 2019

"Te querré más cuando te quieras más a ti mismo". Y así habló el borracho que dice no tener buena expresión oral.

lunes, 19 de noviembre de 2018

Necesito rebobinar. Justo al día en el que comencé la dieta, pero con todo lo que sé ahora, claro. Me quiero quedar con Luis. Estaba bien con él y creo que podría cambiar las cosas, que podríamos trabajar juntos para estar bien independientemente de mi cuerpo. No hubiera tenido nunca sífilis, no hubiera tenido nunca gonorrea, no hubiera viajado tanto y no hubiera conocido a tanta gente y me hubiera perdido lo bueno y lo malo que ha pasado en los últimos dos años. Pero ahí está la cosa, lo malo es tan doloroso hoy que no compensa lo bueno, porque me duele tanto que ya no soy capaz de verlo y tener que hacer un esfuerzo por valorarlo y recordarme todo lo que me ha hecho feliz me resulta asqueroso, porque es muy bonito y no se merece que tenga que esforzarme para que venga a mi cabeza. Me decepciono a mí y a mis recuerdos, y aun me siento más fracasado. Y no sé ni siquiera si puedo contárselo a Laura porque me escucho y me siento paranoico y demente y loco y tonto y estúpido e idiota.
Laura dice que saldré reforzado y casi como una nueva persona de todo esto. Yo empiezo a dudar ahora de que pueda salir, y no porque no funcione la terapia o no lo intente, sino porque mis no intentos por boicotear mi vida dan mejores y más bloqueantes resultados. Cuando parece que por fin comienzo a tomar las riendas de lo laboral, me contagio, y me hundo, y me quiero desconectar. El tiempo para y yo lo pierdo. Estamos en noviembre. Llevo seis meses en Madrid y las excusas se agotan y los ánimos de Laura se quedan en su despacho. Y ahora necesito un abrazo y no quiero pedirlo porque no quiero contar a nadie lo que ha pasado y los dos que lo saben no quiero llamarles aunque pudiera. Y...
Soy un hipócrita. No, no lo soy. Pero quizás debería dejarme de aconsejar a Hoai o de tratar de proyectar en él lo que aprendo y luego no llevo a la práctica. No sé qué va a pasar mañana pero me parece que me sigue importando más Son que los resultados y ahora pienso que no, que solo uso a Son porque no quiero asustarme aun más por los resultados. Me siento muy solo y no soy capaz de acompañarme porque no quiero estar aquí conmigo. No sé parar en la espiral. Me ha parecido bastante haber parado a Álvaro en el sexo oral cuando lo que debería haber hecho es no haber estado disponible para él esta tarde. Que científicamente sea imposible ya no me vale, porque también lo pensaba cuando lo hice con Juan o con quien fuera y ahora estoy recogiendo mierda, y el lodo me ha sepultado por completo. Sí, me doy pena, y necesito que me rescaten porque estoy cansado de todo esto. Quiero quedarme en la cama y que me den de comer y olvidarme de todo. Necesito volver a Preescolar. Todo era sencillo entonces, o al menos no lo recuerdo como doloroso, aun no había comenzado a tener miedo del daño que la gente me hace gratuitamente. Del daño que dejo que me hagan gratuitamente.
Estoy muy asustado. Trato de mantener la calma, porque lo más seguro es que solo sea que me falta la inyección de lo que fuera que sea y cuando me la pongan dejaré de supurar y detener las molestias, pero las voces de '¿y si fuera otra cosa? ¿Y si tuvieras algo más? ¿Y si los antibióticos no funcionan porque se han hecho resistentes?' son cada vez más fuertes, casi tanto como la molestia, que apenas tenía hace unos días y ahora es mayor. Estoy asustado y tengo miedo y no sé si es por culpa de la mímesis o porque la mímesis me permite expresar y soltar mejor lo que retengo dentro. Todo son hipótesis y necesito respuestas y no las tengo y nadie me las da y no quiero que solo sea Laura la que me las dé porque no quiero depender de ella y porque no entiendo el avance y cada vez me encuentro peor. La vida me derrota.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Pensamiento recurrente: yo debería estar ahora mismo en Indianápolis. En el Hilton. Con Luis.

Cortar la conversación con Trung porque es obvio que ya no hay nada más que decir y que quiere cortar él también y que no tiene sentido hablar a diario (que lo hacemos solo porque esta semana se puede). No escribir a Son en todo el día, ni desde ayer por la mañana. Y no tener planteamiento de hacerlo mañana. Borrar todos los contactos de gente en el extranjero con los que realmente apenas tengo contacto de verdad. Borrar a Jakub. Pasos que permiten avanzar en quererme, porque me gusta ese Sergio que hace esas cosas.